
UN LUGAR DE PASO QUE SE CONVIRTIÓ EN DESTINO
Ventas de Zafarraya es un enclave estratégico que durante siglos ha servido de puerta entre Granada y la Axarquía de Málaga. El pueblo ha sabido transformar su posición fronteriza en motor de prosperidad.
El territorio guarda memoria desde tiempos remotos. Los primeros pobladores del Llano de Zafarraya se remontan al Paleolítico Medio, cuando el hombre habitaba la cueva del Boquete, donde se encontraron importantes restos neandertales, incluido el famoso ‘Hombre de Zafarraya’. La historia moderna comienza como una venta en el Boquete, junto al Camino Real Granada-Málaga, origen que marcó para siempre su carácter comercial y viajero. Otra vía de acceso al Llano de Zafarraya era el ‘Camino de los Arrieros’ que desde Vélez-Málaga se adentraba por el Castillejo, usado por el ganado trashumante, ruta ancestral que mantuvo vivo el comercio entre la costa y el interior durante siglos. El terremoto de 1884 también supuso un punto de inflexión dramático y la reconstrucción se hizo casi íntegramente con dinero procedente de la entonces provincia española de Cuba, por lo que en años sucesivos el pueblo pasó a llamarse Nueva Habana.
Su elemento más emblemático es el espectacular Boquete de Zafarraya, singular formación geológica, paso natural entre las provincias de Granada y Málaga, encajado entre dos imponentes tajos de roca caliza. Esta formación milenaria constituye el elemento identitario del paisaje y la historia local, mientras que el ferrocarril – activo desde 1922 hasta 1960 – significó la edad dorada de la localidad, cuyo paisaje está dominado por el Polje de Zafarraya: una depresión kárstica de excepcional fertilidad que ha condicionado la economía local.
La gastronomía local refleja las influencias tanto granadinas como malagueñas. Aunque comparte con Zafarraya platos como las sopas cachorreñas, el ajo blanco o el morrete frío, la cocina venteña se enriquece con los productos de la huerta local, creando una fusión única entre la tradición serrana y la abundancia hortofrutícola del Llano.
Ventas de Zafarraya sigue siendo lo que siempre fue: un lugar de paso que se convirtió en destino. Donde antes los arrieros descansaban sus mulas, hoy los senderistas recorren caminos milenarios. En este pueblo que renació de sus cenizas con nombre cubano, que vio pasar locomotoras de cremallera, late el pulso incansable de un territorio que nunca ha dejado de reinventarse sin perder su esencia de venta en el camino, de refugio entre montañas, de puerta siempre abierta entre dos mundos.
Lugares de interés en el municipio
Alojamiento
Hostelería
- Alimentación Hicham Machbouhi
- Bar Gloria
- Café Bar Abdemola Marfouk
- Café Pub La Frontera
- Carnicería Chencha
- El Bar de Hortoventas
- Restaurante Aquí te quiero ver
- Spar Express
- Súper Kamal
- Supermercado Alhambra
- Supermercado Covirán