Loja

LA CIUDAD FRONTERIZA QUE ES MUSEO DEL AGUA

Loja domina desde su estrecho valle del Genil, a su paso por la Sierra de Loja y el Monte Hacho, mostrando orgullosa su rico patrimonio desde cualquier mirador. Ciudad fronteriza donde las haya, fue escenario de gestas que forjaron la historia de España: desde la conquista de 1486 – cuando Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, hizo prisionero a Boabdil tras ser el primero en subir la muralla- , hasta convertirse en cuna del ‘Espadón de Loja’, Ramón María Narváez, nacido aquí en 1799 y quien sería siete veces presidente del Consejo de Ministros durante el reinado de Isabel II. Entre estos dos colosos de la historia, la ciudad ha sabido escribir su propia epopeya con el agua, una vez más, como la verdadera protagonista.

El patrimonio medioambiental en Loja tiene como principal causante el agua filtrada de la sierra. El Nacimiento del Frontil permite observar brotar el agua desde la tierra formando un pequeño lago, mientras que existen más de 100 fuentes registradas en la localidad, algunas de las cuales nunca han dejado de manar incluso en tiempos de sequía. La Fuente de los 25 Caños o de la Mora, con origen musulmán, mantiene la leyenda de que quien beba de cada caño encontrará el amor ese año, mientras la Fuente Santa es conocida por las propiedades medicinales de sus aguas. Esta abundancia hídrica convierte a Loja en un museo vivo del agua, con su Centro de Interpretación del Agua como testimonio de esta relación milenaria. Pero el entorno natural también ofrece múltiples senderos como la Ruta de Sierra Martilla, el Sendero de la Cruz del Periquete que asciende hasta los 1.000 metros de altitud, o los Infiernos de Loja, paraje de espectacular belleza donde confluyen arroyos formando cascadas y pozas naturales. El Charco del Negro en la Sierra Gorda alberga una importante población de gallipato, especie endémica en peligro de extinción.

Mirador de Isabel I de Castilla en Loja - Poniente de Granada

Su patrimonio monumental también refleja los estratos de una historia excepcional. La Alcazaba, declarada Bien de Interés Cultural, fue el único barrio amurallado que queda de la antigua Medina Lawsa musulmana, conservando la Torre del Homenaje con su inscripción cúfica que reza ‘Alá es único’ y el aljibe de 286 metros cúbicos de capacidad. La Iglesia Mayor de la Encarnación, obra de Diego de Siloé, dialoga desde su torre-mirador con el perfil de la Alcazaba, mientras que el palacio del general Narváez, hoy sede del Ayuntamiento, y su mausoleo mantienen viva la memoria del político más influyente del siglo XIX español.

La Semana Santa de Loja, declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, destaca por sus singulares ‘Incensarios’, figuras únicas en España documentadas desde 1765, grupos de ocho miembros que portan el característico ‘morrión’  decorado con abalorios. También sobresalen los ‘armaos’ romanos y el peculiar personaje del ‘tío Puchi-Puchi, junto con la emotiva ‘Corrílla’  del Viernes Santo, cuando los tronos ascienden velozmente hasta la Ermita de Jesús.

Torre Agicampe de Loja Poniente de Granada

Pero si algo proyecta a Loja hacia el futuro es su singularidad gastronómica. En la pedanía de Riofrío, desde 1963 funciona una piscifactoría que se ha convertido en la mayor reserva de esturiones ecológicos del mundo, produciendo el primer caviar certificado ecológico del planeta desde el año 2000. Las hembras de esturión se crían en las aguas que manan a temperatura constante de 14-15 grados de la sierra. Este ‘oro negro’ de Riofrío, que compite con los mejores caviares del mundo, representa la evolución de una ciudad que ha sabido transformar sus recursos naturales en productos de excelencia internacional.