AGUA, HISTORIA Y RENACIMIENTO
El destino de Arenas del Rey quedó escrito para siempre una fatídica Nochebuena de 1884. El terremoto del 25 de diciembre destruyó completamente el pueblo, causando 135 muertos y 253 heridos, convirtiendo aquella tragedia en el origen de una historia excepcional de renacimiento. Reconstruida gracias a las aportaciones recibidas de toda España, la villa actual emerge como testimonio de la capacidad humana de renacer de los escombros. Sus calles rectas y amplias plazas dedicadas a Alfonso XII y al periodista Luis Seco de Lucena evidencian que este es un pueblo forjado en la solidaridad nacional ante la adversidad.
Levantada sobre un declive del terreno, al pie de la montaña y a orillas del embalse de los Bermejales, Arenas del Rey encuentra en el agua su elemento vertebrador. El embalse, que entró en funcionamiento en 1958 trasciende su función hidráulica para convertirse en el corazón recreativo del territorio. En la garganta del río Cacín, una de las formaciones paisajísticas más espectaculares del Poniente de Granada, la naturaleza ha construido a lo largo de milenios formas y parajes únicos que despliegan toda su grandeza entre las aguas azul turquesa del embalse y la imponente mole de Sierra Tejeda.
El Poblado del Embalse, levantado en la década de 1960 junto al dique de la presa, constituye un singular ejemplo de arquitectura funcional integrada en el paisaje. Este núcleo alberga el Centro de Información La Resinera y se ha consolidado como base de operaciones para el turismo activo en la comarca. Durante el verano se convierte en uno de los destinos más solicitados para las colonias infantiles y juveniles, mientras que sus aguas cristalinas invitan al baño, la pesca y los deportes náuticos.
El patrimonio de Arenas del Rey, reconstruido íntegramente tras la catástrofe, incluye la Iglesia de San Sebastián, templo de finales del siglo XIX de planta basilical, y la Ermita de San Isidro rodeada de frondosos jardines. El Dolmen megalítico junto al pantano, trasladado y reconstruido piedra por piedra para evitar que quedara sumergido en las aguas del embalse, conecta el presente con civilizaciones milenarias. Las rutas de senderismo que descienden por el río Cacín hasta el puente y las espectaculares vistas desde el mirador de la presa completan una oferta donde naturaleza e historia conviven en perfecta armonía.
La vida festiva mantiene vivas tradiciones que refuerzan la identidad comunitaria forjada tras la tragedia. El 20 de enero se celebran las fiestas de San Sebastián, el 2 de febrero la festividad de La Candelaria con hogueras comunitarias entre barrios, el 15 de mayo la romería de San Isidro, y del 8 al 11 de agosto las Fiestas Patronales que culminan con la procesión de San Sebastián y la Virgen de los Dolores. El Pantano de los Bermejales celebra también sus propias fiestas en honor a la Virgen del Carmen, convirtiendo el agua en escenario de celebración y devoción. En Arenas del Rey, cada festividad es un recordatorio de que la verdadera fortaleza de un pueblo nace de su capacidad para transformar la tragedia en comunidad.