El Complejo Arqueológico del Algarbe constituye un espacio cultural excepcional del horizonte tardoantiguo y altomedieval que se localiza en el término municipal de Zagra, al sureste del núcleo urbano. Este yacimiento, único en la provincia de Granada, presenta una asociación inédita de elementos monasteriales, litúrgicos y funerarios que conforman uno de los conjuntos más singulares del patrimonio arqueológico del Poniente de Granada, datado entre los siglos VI y IX después de Cristo.
El topónimo Algarbe deriva del término castellano que procede de «algar», palabra que significa cueva, haciendo referencia a las numerosas cavidades naturales que caracterizan este emplazamiento rocoso. Las excavaciones y estudios realizados desde 1985 han revelado la existencia de un complejo monástico rupestre de notable valor histórico y antropológico, que evidencia la continuidad del poblamiento en esta zona estratégica desde época visigoda hasta el periodo islámico.
El conjunto arquitectónico se compone de varios elementos de gran interés patrimonial. La iglesia rupestre se ubica en una cueva natural adaptada al culto, situada en el imponente farallón rocoso que domina el paisaje. Este espacio cumplía funciones tanto abaciales como parroquiales, contando con un amplio patio delantero situado 3,40 metros más abajo, donde se situaría el público durante las celebraciones litúrgicas. El baptisterio rupestre, localizado a unos diez metros a la izquierda de la iglesia, presenta planta ovalada con unas dimensiones aproximadas de 5,20 por 4,20 metros y una altura de 4,50 metros, construido con muros de mampostería unidos con cal de baja calidad. Este espacio funcionaba simultáneamente como baptisterio, sacristía y tesoro, elementos indispensables para una iglesia con función de parroquia rural.
La necrópolis constituye uno de los componentes más espectaculares del complejo, con unas 60 tumbas visibles actualmente, todas excavadas directamente en la roca. De planta principalmente oval y rectangular, las sepulturas se distribuyen en cinco grupos diferenciados, presentando orientación oeste-este y cronología comprendida entre los siglos VI y VIII, con posible perduración posterior. Algunas tumbas cuentan con un escalón tallado para asentar las losas de piedra que las cubrían. Entre los hallazgos arqueológicos destaca un broche de cinturón de placa rectangular liriforme, de bronce fundido con decoración de doble orla y motivo central de pequeños círculos incisos.
El complejo se completa con una cella monástica y un ergástulo, elementos que evidencian la existencia de un espacio monástico-eremítico organizado. Además, desde la parte más alta de Los Tajos de la Algarbe se disfruta de un mirador natural con vistas panorámicas inmejorables que abarcan tres provincias andaluzas: Granada, Málaga y Córdoba. Este excepcional conjunto cultural representa una identificación contextual sincrónica de sus elementos arquitectónicos, ofreciendo una valiosa información sobre el patrón de asentamiento, el uso cultural y la base socioeconómica de esta fase histórica en el Poniente de Granada, periodo crucial entre la Antigüedad Tardía y la Alta Edad Media.
Acceso: Se puede acceder desde Zagra, tomando el Camino de la Fuente Alta en dirección sureste. Desde allí se toma un carril que pasa junto al Cerro de la Cruz y la Fuente del Lino hasta llegar al yacimiento.
