La Villa Romana de Salar constituye uno de los yacimientos arqueológicos más destacados de la antigua Hispania y el hallazgo de mayor relevancia del Poniente de Granada en las últimas décadas. Descubierta fortuitamente en 2004 durante las obras para construir una estación depuradora de aguas residuales, esta suntuosa residencia aristocrática altoimperial data de los siglos I al V d.C., época de máximo esplendor de la provincia Bética como exportadora de la triada mediterránea: trigo, aceite y vino.
El yacimiento se localiza en la vertiente occidental de la cuenca del río Genil, estratégicamente situada cerca de una de las vías romanas de comunicación que cruzaba transversalmente la depresión granadina. Las excavaciones arqueológicas han revelado progresivamente la excepcional riqueza arquitectónica y decorativa de esta villa de peristilo. Hasta la fecha se ha excavado aproximadamente un 10-20% del conjunto correspondiente a la pars urbana (vivienda señorial del dominus), dejando al descubierto estancias de extraordinaria suntuosidad: el gran peristilo con jardín interior y patio central cuadrangular rodeado de corredores columnados; el triclinium (comedor principal de 9,70 x 6,90 metros) pavimentado con mosaicos polícromos de motivos vegetales y geométricos, con zócalos revestidos de placas marmóreas y opus sectile; el ninfeo monumental en forma de U que coronaba la cabecera del triclinium, flanqueado por dos pequeñas esculturas femeninas de ninfas que funcionaban como fuentes; los ambulacra oriental y occidental con espectaculares mosaicos figurativos —destacando las escenas del cortejo marino de Poseidón con una nereida montando un ketos, y las escenas de cacería heroica con leopardos, jabalíes y jinetes a caballo—; y la singular Sala Abovedada, con exclusiva cubierta curva elaborada mediante tubi fittili, sistema constructivo excepcional en la Península Ibérica.
Entre los hallazgos más sobresalientes figuran tres esculturas de Venus en mármol blanco excepcionalmente conservadas: la Venus Púdica o Capitolina (tipología escasamente representada en el mundo romano), la Venus Venera (conservada desde la cintura a los pies, portando una concha sobre el pubis que servía de surtidor), y una tercera Venus de mayor tamaño descubierta en 2017. Estas esculturas decoraban el ninfeo y el programa escultórico de la villa, testimoniando el elevado estatus social y el poder económico de sus propietarios aristocráticos, quienes construyeron esta espectacular residencia señorial de carácter agropecuario para demostrar ostentosamente su riqueza y posición preminente.
La villa experimentó su máximo esplendor durante los siglos III al V d.C., periodo en el que numerosos aristócratas romanos abandonaban las ciudades —asfixiados por las cargas fiscales— para trasladarse al campo, donde construían lujosas villas que recreaban las comodidades urbanas y servían como símbolo de poder y prestigio. Fue finalmente abandonada durante la primera mitad del siglo VI d.C., probablemente debido a las frecuentes inundaciones del lugar por su proximidad al arroyo de Salar. Actualmente el yacimiento sigue en proceso de investigación y ampliación.
Acceso: El yacimiento, señalizado tanto en la autovía como en la vía donde se encuentra (Avda. de Andalucía, 60) se localiza fácilmente, tras tomar la salida 197 de la A-92 en dirección a Salar.
Visitas guiadas: Miércoles a domingos y festivos, a las 9:00 h y a las 12:00 h. Es necesaria previa reserva en la Oficina de Turismo.
Más información:
675 96 74 32
villaromanasalar@gmail.com
Web de la Turismo Salar.
