
En la Barriada de la Esperanza, pedanía de Loja situada en los límites con Huétor Tájar, se conserva un singular ejemplo de la arquitectura militar nazarí reconvertida en elemento religioso: la Torre del Frontil. Esta construcción representa la transformación histórica de una torre de alquería medieval en campanario de ermita, ejemplificando la continuidad del poblamiento en este enclave estratégico del Poniente de Granada.
La torre forma parte del conjunto histórico de la antigua alquería de Frontil (al-Funtayn), poblamiento que se remonta al siglo VIII cuando Abd Allah b. se instaló en este lugar privilegiado. El topónimo deriva del árabe al-Funtayn, relacionado con los abundantes manantiales que brotan de la sierra del Hacho, convirtiendo esta zona en un oasis natural que ha sustentado la vida humana desde época romana hasta la actualidad.
Su figura prismática y proporciones la identifican claramente dentro de la tipología de torres de alquería, diferentes de las torres atalaya por su función dual de vigilancia y refugio para las poblaciones rurales que trabajaban las fértiles tierras regadas por el arroyo del Frontil. Tras la conquista cristiana de Loja (1486) la alquería fue reconvertida en explotación cristiana, pero la torre conservó su relevancia arquitectónica. Esta reutilización, aunque ha modificado sustancialmente su aspecto original, ha garantizado su conservación y mantenimiento a lo largo de los siglos, convirtiéndola en un ejemplo único de adaptación patrimonial.
Los horarios de visita dependen de las celebraciones religiosas y la apertura de la ermita.