En la fértil vega que riega el río Frío, a escasos siete kilómetros de Loja, se alza la Torre de Riofrío. Esta atalaya forma parte integral del sistema defensivo que protegía los valiosos recursos del Reino Nazarí en la frontera occidental, de ahí que conectara visualmente con otras torres como la atalaya de Venta del Rayo, situada en la Sierra de Loja.
Más que un simple punto de observación militar, esta torre, declarada Bien de Interés Cultural, custodiaba el bien más preciado de la zona: el Manantial de Riofrío, el nacimiento más caudaloso del municipio, vital para el abastecimiento y el riego. Su posición estratégica, hoy rodeada por el célebre Monumento Natural, era crucial para asegurar la supervivencia de la población frente a las incursiones castellanas.
Aunque la torre es un vestigio en estado de ruina avanzada, su entorno está dominado por un paisaje natural excepcional. La pureza de las aguas del manantial ha dado lugar a una importante piscifactoría (famosa por su caviar de esturión), lo que convierte a la visita de la torre en un complemento histórico-militar a un paseo por este ecosistema único.
Acceso libre. La observación es externa. Se recomienda combinar la visita con un recorrido por el Monumento Natural Nacimiento de Riofrío.
