
En el límite entre el término municipal de Loja y la provincia de Córdoba, Campo Agro despliega una extensa llanura de cultivos de cereal, presidida por la Torre de Abor, también conocida como Torre de Campo Agro o Campo Abor.
Su nombre proviene del árabe al-bur, que significa ‘estar en barbecho, ser baldío, improductivo’, aunque paradójicamente el lugar ha sido productivo desde época romana. Vestigios arqueológicos evidencian la existencia de una importante villa romana altoimperial con inscripciones que mencionan estatuas ornamentadas, indicando la relevancia económica del área hasta su declive en el siglo V.
La torre actual, construida durante la dominación nazarí, presenta planta rectangular y alcanza los 8 metros de altura. Ejecutada en mampostería enripiada con hiladas horizontales irregulares, está reforzada con sillares en los ángulos rectos. Arquitectónicamente combina elementos de las torres atalayas circulares: parte inferior maciza y superior hueca con habitáculo. El vano de entrada se sitúa a 5,70 metros de altura en la cara oeste, conservando jambas de ladrillo pese al deterioro. La primera planta funcionaba como azotea, evidenciado por dos gárgolas de evacuación de aguas y se presupone la existencia de un aljibe para abastecer a los defensores de la alquería, posiblemente ubicado en la planta baja.
Tras la conquista castellana de Loja (finales del siglo XV), aparece en el Libro de Repartimiento como ‘Torre de Campo Abor’, cedida a Mosén Fernando Rejón junto con 400 fanegas de tierra. Los cristianos realizaron adaptaciones significativas: adosaron un habitáculo de 4 metros en la cara oeste que funcionó como ermita bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción, conservándose restos del arranque de un arco de herradura con dovelas de sillería. También añadieron una espadaña de ladrillo en la cara norte.