
Las Canteras de El Turro, situadas en la pedanía de El Turro (Cacín), son un paraje natural que fusiona geología e historia monumental. Este enclave se hizo famoso por haber proporcionado la piedra pudinga (un tipo de conglomerado veteado) utilizada para tallar los 64 fustes de las columnas del Palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada.
Los afloramientos de esta roca, resultado de los arrastres geológicos del río Cacín, se convirtieron en la ‘Cantera del Emperador’ durante el Renacimiento. Aún es posible contemplar la roca madre de la que salieron los elementos clave de la gran obra palaciega renacentista.
El paraje es un punto de interés en sí mismo, ya que en las inmediaciones de la cantera se localiza la famosa Piedra del Niño El Turro, un inmenso pedrusco emblemático de la población. Además, en las cercanías se han documentado restos de tumbas prehistóricas, lo que subraya la ocupación milenaria de este territorio.
La roca (el Peñón) se encuentra en la misma carretera a la entrada del pueblo.