
La Iglesia de Santa María, popularmente conocida como la Iglesia de la Villa o Iglesia Vieja, corona majestuosamente el peñón de Montefrío, enclavada dentro del recinto de la antigua fortaleza nazarí. Su ubicación estratégica, sobre los cimientos de la mezquita del castillo, simbolizó el triunfo y la consolidación del poder cristiano tras la Reconquista, siendo uno de los templos fundacionales del conjunto de las ‘Iglesias de las Siete Villas’. Su construcción se inició en el siglo XVI, siendo trazada por el arquitecto Diego de Siloé: la figura cumbre del Renacimiento granadino.
La iglesia es un valioso ejemplo de la arquitectura de transición, donde el estilo gótico final se fusiona con las nuevas corrientes renacentistas.
El edificio, sobrio y de sólida sillería, presenta una planta rectangular de una única nave de gran altura. Destaca la riqueza de su cubierta: una imponente bóveda de crucería gótica, es decir, una obra maestra de cantería cuyos complejos nervios entrelazados crean un diseño espectacular a lo largo de los cuatro tramos. Las capillas laterales, concebidas como hornacinas, se abren mediante arcos de medio punto.
En el exterior, sobresalen sus dos portadas renacentistas: la principal exhibe columnas semiestriadas y capiteles corintios, enmarcando un delicado relieve de la Encarnación, advocación del templo. La portada lateral, más sencilla, presenta pilastras dóricas. Su torre, que se eleva sobre la cabecera, cuenta con una impresionante escalera de caracol de 477 peldaños. Subir a la Iglesia de la Villa es realizar una inmersión en la historia y obtener una de las vistas más icónicas del Poniente de Granada.
Actualmente está desacralizada y funciona como un espacio cultural.
Consultar horarios de apertura y posibles visitas guiadas en la Oficina de Turismo de Montefrío.