En el corazón del casco histórico de Villanueva Mesía se alza la Iglesia de Nuestra Señora de la Aurora, un sobrio templo mudéjar construido en el siglo XVI, testimonio de la pervivencia de las técnicas constructivas y el lenguaje ornamental heredado de la tradición hispanomusulmana. La Iglesia representa uno de los ejemplos más característicos de cómo, tras la conquista castellana, la arquitectura religiosa del Poniente de Granada siguió impregnada del legado andalusí durante varias centurias.
El templo responde a una tipología basilical de una sola nave sin capillas laterales, cubierta originalmente mediante un artesonado de madera sin apenas decoración, característico de la sobriedad mudéjar. La cabecera no presenta separación arquitectónica respecto al cuerpo de la nave, conformando un espacio unitario y recogido. Su exterior, de gran sencillez formal, concentra su interés en la estructura y las proporciones antes que en la ornamentación, rasgo distintivo de este estilo que supo fundir las herencias culturales de Al-Ándalus con la liturgia cristiana.
En su interior se conservan elementos de gran valor histórico-artístico, entre los que destaca el coro de madera original y el sepulcro de Doña María Silva de Cisneros, fechado en 1679, testimonio de la vinculación del templo con las familias señoriales que dominaron la villa tras la conquista.
El desarrollo urbano de Villanueva Mesía está íntimamente ligado a la constitución del mayorazgo de la familia Mesía, que en 1614 adquirió el señorío jurisdiccional. Don Francisco Mesía Arias de Mansilla y Pérez de Herrasti, quien dio nombre al municipio, estableció aquí su residencia señorial y contribuyó decisivamente al desarrollo de la villa durante el siglo XVII. La iglesia se convirtió así en el elemento vertebrador del entramado urbano que fue conformándose a su alrededor desde el siglo XVI.
Acceso restringido a horarios de culto.
