
El Abrigo de la Cañada de Corcuela se localiza al pie del Cerro del Castillo de Moclín, en el paraje natural conocido como los Agujerones. Se trata de un abrigo rocoso de aproximadamente 6 metros de ancho por 7 metros de alto, cuyas paredes extraplomadas formaban un techo natural que protegía a las personas que habitaron este lugar durante el Neolítico.
La proximidad de agua fresca y la abundancia de caza convirtieron este enclave en un asentamiento humano óptimo.
En la pared derecha del abrigo, orientada al sureste y a poco más de un metro del suelo, se conservan más de veinte pinturas rupestres esquemáticas realizadas en tonos rojizos mediante la técnica del trazado uniforme con fuerte aire naturalista. La escena representa un episodio de caza con figuras humanas y cabras monteses (Capra ibex) claramente diferenciadas. El conjunto muestra a varias personas agitando brazos y piernas para asustar a los animales que pastan tranquilamente, con el objetivo de arrinconarlas o hacer que se despeñasen por algún desfiladero. Este conjunto pictórico constituye uno de los más importantes de España del periodo neolítico, y para su conservación el panel central está protegido mediante vallado metálico.
El abrigo se integra en la Ruta del Gollizno, sendero circular de 10 kilómetros que permite descubrir el excepcional patrimonio prehistórico de Moclín junto a otros yacimientos como las Cuevas de la Araña, Malalmuerzo y las Vereas. Junto al abrigo se encuentra la Fuente de Corcuela, manantial tradicional con pilar de agua fresca, zona de descanso y un curioso surco en forma de doble espiral. La información detallada sobre las pinturas rupestres se puede consultar en el Centro de Interpretación Comarcal de Moclín.
Acceso: El acceso se hace a pie, siguiendo la vereda de la Cañada de Corcuela desde Moclín o aproximándose desde Tózar. Se encuentra en las proximidades de la Fuente de Corcuela.