
El Mirador de Isabel I de Castilla se ha convertido en un tradicional punto de interés fotográfico que ofrece vistas panorámicas sobre la ciudad, permitiendo contemplar el conjunto urbano de Loja. Desde este emplazamiento se pueden observar los principales monumentos que caracterizan la fisonomÃa de la localidad, asà como el entorno natural que justificó las palabras de admiración de Isabel la Católica. La situación estratégica de Loja, como paso natural entre AndalucÃa oriental y occidental, se hace evidente desde este punto elevado que permite comprender la importancia militar y geográfica que tuvo la ciudad durante siglos.
El mirador constituye un lugar emblemático donde historia y paisaje se funden, recordando uno de los episodios más trascendentales de la reconquista del Reino de Granada y rindiendo homenaje a la figura de la reina que marcó el devenir de Loja y de toda la penÃnsula. Y es que la conquista de Loja en mayo de 1486 marcó un hito decisivo en la caÃda del Reino Nazarà de Granada. Tras años de resistencia bajo el mando del señor Aliatar, quien habÃa impedido el asalto de Fernando el Católico en 1482, la ciudad conocida como «puerta y llave del reino granadino» finalmente cayó en manos de los Reyes Católicos, anunciando el inicio del fin del último bastión musulmán en la penÃnsula ibérica.
La reina Isabel I de Castilla sintió rápidamente predilección por la ciudad recién conquistada, a la que consideraba hermosa, amena y fértil. Fue desde este privilegiado balcón natural, construido en memoria de aquel momento histórico, desde donde la reina pronunció la célebre frase que quedarÃa inmortalizada en el escudo de armas de Loja: Loja, flor entre espinas. La flor representaba a Loja como ciudad que serÃa conquistada y cristianizada, mientras que las espinas hacÃan referencia a los alrededores, territorios aún bajo influencia musulmana que rodeaban la plaza conquistada.
Accesos: El mirador, que dispone de varios niveles para contemplar diferentes panorámicas, se encuentra en la Avenida de AndalucÃa, cerca del Hotel Mirador Abades de Loja. Es accesible a pie y hay facilidad de aparcamiento en las inmediaciones.
Recomendaciones: Es sin duda el punto ideal para fotografiar vistas panorámicas de Loja. Se puede combinar con la visita al casco histórico y otros monumentos de la ciudad como la Alcazaba, la Iglesia Mayor de la Encarnación, la Iglesia de Santa Catalina, la Ermita de San Roque o la Fuente de los 25 Caños, lugares situados a pocos minutos andando del mirador.