Situado sobre la margen derecha del cañón del río Genil, el Mirador de los Infiernos es el punto de observación privilegiado del Monumento Natural de Los Infiernos de Loja, un paraje de singular belleza donde el arroyo Manzanil se encuentra con el río Genil. La plataforma de madera elevada ofrece vistas espectaculares de la cascada conocida como ‘Cola del Caballo’, donde el arroyo se despeña con un desnivel superior a los ocho metros, formando una cortina de agua cuyo sonido al chocar contra las rocas ya inmortalizó Washington Irving en sus ‘Cuentos de la Alhambra’, describiendo estos parajes como «antros oscuros de Loja, cavernas tenebrosas con ríos subterráneos y saltos de agua que infunden pavor por su ruido misterioso».
El agua ha sido la arquitecta paciente de este tramo fluvial del Genil, modelando mediante el arrastre y depósito de materiales dos niveles de terrazas cuyas aguas fluyen en forma de cascadas, erosionando la roca caliza hasta encajarse profundamente. La acción del agua sobre las rocas carbonatadas ha generado formaciones de travertinos —rocas sedimentarias porosas creadas por la precipitación del carbonato cálcico— que constituyen un atractivo geológico de primer orden visible a lo largo del cauce.
El mirador permite disfrutar también de la rica flora de ribera con sauces, olmos, chopos, rosales silvestres y zarzamoras, junto con fauna acuática que incluye galápago leproso, cangrejo de río autóctono, trucha común y aves como garzas reales, garcillas y lavanderas cascadeñas. Desde este punto también se accede mediante una escalera a la cercana Cueva de los Murciélagos, con sus estalactitas y estalagmitas. El caudal de la cascada varía considerablemente según la época, siendo invierno y primavera los meses más recomendables para el espectáculo en todo su esplendor.
Acceso: Tras cruzar el puente Aliatar de Loja, sobre el río Genil, seguir el desvío señalizado hacia Huétor Tájar (carretera de La Esperanza) con indicaciones hacia Los Infiernos. A unos 2 kilómetros se llega al barrio de La Esperanza. En la travesía del barrio, girar a la derecha siguiendo el cartel Mirador de los Infiernos.
Una vez se llega a un camino y llegar a una explanada (C/ Fábrica, 5), comienza el acceso a pie, atravesando un campo hasta el mirador (pocos minutos caminando).
Mejor época: otoño, invierno y primavera (cuando hay mayor caudal de agua).
Recomendaciones: usar calzado adecuado y tener precaución al andar sobre las estructuras de madera.
