
Dominando Loja desde su punto más elevado, la Alcazaba constituye el testimonio más imponente de cuando esta ciudad fue la última frontera de Al-Ándalus. Declarada Bien de Interés Cultural, su silueta junto a la torre de la Iglesia de la Encarnación define la imagen más reconocible de la ciudad. Fue construida en el siglo IX sobre una elevación rocosa estratégica y se asienta sobre restos ibéricos y romanos. La antigua Medina Lawsa se organizaba en tres barrios: la Alcazaba (sede del poder), el Arrabal y el Jaufín, separados por murallas que controlaban los accesos entre ellos.
El conjunto actual conserva la Torre del Homenaje del siglo IX, ejemplo único de la transición arquitectónica entre el período almohade y nazarí. Esta construcción de sillería presenta elementos singulares como un monumental arco interior que pudo dar acceso a estancias representativas, hoy macizado con tapial nazarí. La torre sirvió como residencia de los alcaides árabes y posteriormente albergó un reloj público desde el siglo XVI. El Patio de Armas exhibe la joya mejor conservada: el aljibe nazarí de tres naves con capacidad para 286 metros cúbicos. Su ingenioso sistema de claraboyas filtraba el agua de lluvia para abastecer a la población. Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931 junto a las murallas, representa una obra maestra de la ingeniería hidráulica medieval.
El Caserón de los Alcaides Cristianos, construido en 1616 por Pedro de Tapia, muestra cómo los conquistadores adaptaron el espacio musulmán a sus necesidades administrativas. Este edificio trapezoidal de mampostería alberga desde 2004 el Museo Histórico Municipal, que narra la evolución de Loja desde la Edad del Hierro hasta la actualidad.
La Torre Ochavada, de forma octogonal característica, tuvo múltiples usos: reloj público, polvorín y vivienda de alquiler municipal. Su versatilidad refleja la adaptación de las estructuras defensivas a las necesidades civiles tras la conquista cristiana.El acceso se realiza por un arco de herradura que conserva la entrada original al barrio fortificado. Las calles estrechas y empinadas del único barrio amurallado superviviente de la Medina Lawsa mantienen el trazado medieval, incluyendo la calle cobertizo que unió cárcel y sala de juicios desde el siglo XVI.
La visita incluye Torre del Homenaje, aljibe, Patio de Armas, Caserón de los Alcaides Cristianos (museo) y miradores arqueológicos. Disponibles visitas guiadas solicitando con una semana de antelación. Capacidad máxima: 55 personas.
Horarios:
21 junio – 22 septiembre: martes a domingo 10:00-14:00
23 septiembre – 20 junio: martes a domingo 10:00-14:00 y 16:00-18:00
Tarifas: Consultar en Área de Turismo