
La Cueva del Hornillo de la Solana es un abrigo de grandes dimensiones situado en la ladera oriental de la Solana, a 980 metros de altitud. Forma parte de la excepcional concentración de arte rupestre esquemático que convierte a Moclín en una de las comarcas más importantes de España para la prehistoria.
Este abrigo, que es claramente visible desde la carretera que une Moclín con Tózar, alberga varios grupos de pinturas neolíticas. La manifestación pictórica más destacada incluye antropomorfos (figuras humanas) en color rojo intenso, representados con cabezas ovaladas y formas trapezoidales, característicos del arte esquemático.
La cavidad, que pudo haber sido un pequeño asentamiento, tiene sus paredes ennegrecidas por carbonatos, aunque los motivos principales se conservan bien. Para su protección, el panel central está resguardado por una malla metálica. El Hornillo de la Solana se integra en la ruta arqueológica de Moclín junto a yacimientos como las Cuevas de la Araña y la Cueva de Malalmuerzo, constituyendo un valioso testimonio de las creencias y la vida de las comunidades agrícolas del Neolítico.
Acceso: El abrigo es visible desde la carretera Moclín-Tózar y fácilmente localizable por la referencia de la atalaya medieval situada en el promontorio rocoso. El acceso final se hace a pie, por una pista entre olivos, con un pequeño desnivel con grapas metálicas a modo de escalones para acceder a la cavidad.
Las pinturas están protegidas con una malla, por lo que se recomienda llevar prismáticos o teleobjetivo para la observación detallada. Se aconseja precaución en el ascenso.