
Situada a 1.144 metros de altura sobre el cerro que le da nombre, la Torre del Hachuelo toma su topónimo de la palabra hacho, en alusión al fuego de alarma que se encendía en su cumbre.
Este bastión nazarí del siglo XIV articulaba la vigilancia en el sector suroeste de Montefrío, cubriendo puntos ciegos cruciales en dirección a Algarinejo. Su misión iba más allá de la defensa local, pues funcionaba como un punto neurálgico de comunicaciones entre dos sistemas defensivos principales: el de Montefrío y el de Íllora. Mantenía una conexión visual directa con la Torre de la Encantada (Brácana) y la desaparecida Torre del Morrón (Íllora), ofreciendo una panorámica completa de la Vega de Granada.
La atalaya es de planta circular y su construcción es maciza, realizada con mampostería. Aunque hoy solo se conserva una altura modesta de unos dos metros, con gran parte de la estructura enterrada, fue una pieza clave en la línea de comunicación que enlazaba las grandes plazas de Loja y Alcalá la Real.
La ruta de aproximación se realiza a través de caminos rurales, por encima de la carretera que une Montefrío con Huétor-Tájar. Acceso libre y gratuito. La atalaya está en ruinas. Se requiere calzado adecuado para acceder al emplazamiento en el cerro.