
La Torre Quebrada debe su evocador nombre a su actual estado de ruina. Se sitúa en un cerro a una impresionante altitud de 1.222 metros, unos 4 kilómetros al norte de Montefrío, lo que la convierte en una de las atalayas más altas del sistema defensivo nazarí.
Esta fortificación tenía la misión de vigilar las tierras que lindaban con el antiguo Camino Real y con la plaza cristiana de Alcalá la Real. Desde su posición, mantenía conexión visual directa tanto con el Castillo de Montefrío como con la Torre del Hachuelo y la Torre del Sol, cubriendo el flanco nororiental de la última frontera.
La torre, de planta circular, se construyó con mampostería. Dada su altitud y la cantidad de escombros que la rodean, los investigadores suponen que debió ser de grandes proporciones en su momento.
Actualmente, solo se conserva la base de la torre, con una altura remanente de apenas dos metros y gran parte de su estructura enterrada. No obstante, su privilegiado emplazamiento sigue ofreciendo una vista excepcional de la Sierra de Parapanda y los antiguos caminos de penetración.
Se accede a través de caminos rurales y senderos de alta montaña, por lo que su visita requiere una aproximación a pie de dificultad media. Acceso libre y gratuito.