
La Torre del Cortijuelo es uno de los elementos mejor conservados del sistema defensivo nazarí en Montefrío. Se alza a más de 900 metros de altitud, a poca distancia del núcleo urbano. Su posición estratégica era excepcional: controlaba la Sierra de la Cazuela y las lomas próximas a Alcalá la Real (plaza cristiana desde 1341), lo que la convertía en uno de los primeros puntos de detección ante cualquier movimiento de tropas enemigas.
Mantenía comunicación visual directa con las torres de los Anillos y la desaparecida torre del Morrón (Íllora). Esta red garantizaba la transmisión rápida de alertas mediante señales de humo o fuego hasta el castillo de Montefrío y, por relevos, hasta la capital granadina.
La torre es de planta cilíndrica y completamente maciza, sin espacios habitables en su interior, una característica típica de las atalayas de vigilancia pura. Construida con mampostería irregular y mortero de cal, su diseño conserva la huella de los mechinales (agujeros de andamiaje), lo que demuestra la técnica de construcción mediante encofrado utilizada por los nazaríes. Su considerable altura conservada, superior a los seis metros, la convierte en un testimonio tangible y bien conservado de la ingeniería militar nazarí.
Se localiza en el Cerro del Cortijuelo. El acceso se realiza por caminos rurales y senderos. La atalaya, declarada Bien de Interés Cultural, se conserva en buen estado. Se recomienda el recorrido por la ruta de las atalayas para su visita. Acceso libre y gratuito.