La Iglesia de la Encarnación de Montefrío, conocida cariñosamente como ‘La Redonda’, es uno de los ejemplos más singulares del neoclasicismo español: una reinterpretación del Panteón de Agripa en plena serranía granadina que supera en audacia a su modelo romano. Construida entre 1786 y 1802, fue concebida por el arquitecto gallego Domingo Lois de Monteagudo, discípulo de Ventura Rodríguez, quien paradójicamente falleció un año antes del inicio de las obras. Francisco Aguado y Francisco Quintillán tomaron el relevo para materializar su visión: un templo de planta circular perfecta coronado por una cúpula de 30 metros de diámetro que descansa sobre un cilindro de igual altura, todo ello ejecutado con piedra de las canteras locales de San Cristóbal.
Lo verdaderamente revolucionario del diseño fue la eliminación del óculo central del Panteón romano. En su lugar, Lois optó por vanos termales (ventanas semicirculares) que bañan el interior con una luz indirecta y envolvente, creando un espacio diáfano de acústica excepcional donde cada sonido encuentra su eco perfecto en la geometría circular. Esta solución no solo resolvió magistralmente la iluminación sino que dotó al templo de una atmósfera única, más íntima y recogida que su referente romano.
En el altar mayor preside la Virgen de los Remedios, patrona de Montefrío, que presenta la curiosa particularidad de sostener al Niño con el brazo derecho, invirtiendo la iconografía tradicional.
Declarada Bien de Interés Cultural, la iglesia forma junto con la fortaleza árabe y la Iglesia de la Villa en lo alto del cerro uno de los conjuntos monumentales más fotografiados de Andalucía, reconocido por National Geographic como escenario de uno de los diez mejores atardeceres del mundo.
Suele estar abierta por las mañanas (10:00 a 14:00 horas). Se recomienda confirmar los horarios de culto o visita en la Oficina de Turismo.
