
UNA VENTANA AL MEDITERRÁNEO
Zafarraya, cuyo nombre de origen árabe significa ‘‘campo de pastores’, se extiende sobre el extraordinario Polje de Zafarraya – de 10 km de longitud por 3,5 km de anchura – , una depresión cerrada única en Andalucía. Situado en el extremo occidental de la comarca de Alhama, su historia se remonta a tiempos prehistóricos. Los restos del llamado Hombre de Zafarraya, encontrados en la cueva del Boquete, están datados en 30.000 años atrás. La cueva es el yacimiento de la península ibérica que mayor número de restos neandertales ha proporcionado, confirmando que fue uno de sus últimos refugios en Europa. Durante siglos fue paso obligado para tropas y caravanas en el camino hacia Vélez (Málaga), Alhama y Loja.
El patrimonio arquitectónico también fue devastado por el terremoto de 1884. La actual Iglesia de la Inmaculada Concepción fue mandada construir sobre la destruida por el general Narváez a finales del siglo XIX. La Ermita del Cristo de las Tres Marías acoge un rostro de Jesús pintado sobre cristal, cuyo origen es legendario y aglutina un gran fervor popular.
El Boquete de Zafarraya es el accidente geográfico más espectacular del municipio, un extraordinario balcón natural al mar y comunicación natural entre el Poniente de Granada y el litoral mediterráneo, desde donde se aprecian magníficas vistas de la Costa del Sol, a sólo 30 kilómetros de distancia. Los parajes naturales incluyen Las Parideras, El Carrascal, El Refugio, Fuente del Espino, Veredas Blancas, el Pinar de Sierra Umbría y Sierra Gorda. Una curiosidad es que cuando llueve mucho, el Arroyo de la Madre, que actúa como sumidero natural, se desborda e inunda El Llano, lo que se conoce popularmente como «la mareá».
Zafarraya es el umbral entre Granada y la Costa del Sol, un territorio fronterizo donde los neandertales encontraron refugio, donde el Polje guarda secretos geológicos únicos y donde el Boquete abre una ventana espectacular al Mediterráneo.